La Bolsa Mágica de Tiempo y la Programación
¿Un almuerzo donde los tíos? ¡Claro! ¿Una junta extra con la amiga que está triste? ¡Por supuesto! ¿Que mis papás necesitan que les cuide el perro? ¡Allá voy! ¿Celebraciones de cumpleaños? ¡Obvio que sí! ¿Qué mi pareja no alcanzó a hacer las tareas domésticas? ¡Voy yo! ¿Un capítulo de la serie de Netflix, dos, tres? ¡Bueno! ¿Revisar redes sociales y memes? ¡Pero claro! Todas estas decisiones implican tiempo extra. Y el tiempo extra, adivina de dónde viene… No, no existe una bolsa mágica de tiempo de donde sacar. El día sigue teniendo las mismas 24 horas y el tiempo se lo quitaste a tus horas de trabajo, estudio o recreación. Y si no eres consciente de dónde sacas tu tiempo, o más bien qué cosas dejas de hacer para acudir a estas citas, después lo resentirás. Para mi, febrero es mi mes favorito para ordenarme, planificar las clases y programar el año. Es una tarea ardua porque antes de programar las clases, debo organizar mis tiempos y aunque admito que más de una vez no lo hice y sólo trabajé en las clases, después me pasó la cuenta. Y lo peor es que casi siempre uno se da cuenta de ese error demasiado tarde, cuando ya estás estresada o sobre exigida y, lo peor, es que ocurre sin ni siquiera acercarte mucho a las metas que tenías para Año Nuevo. ¿Te suena conocido?
Decidir lo que haces con tu tiempo sobre la marcha lo vuelve difícil de dimensionar porque al final no tienes claridad de cuántas horas, días o semanas dedicaste a una tarea u otra. Por ejemplo, es difícil decir “no” a favores que implican tiempo cuando eres tu propia jefa o cuando te lo pide alguien cercano. Pareciera hasta egoísta negarse o reconocerse muy ocupada. Y bueno, la idea tampoco es faltar a los cumpleaños o convertirse en la peor amiga de la historia. Pero, si vas a regalar tiempo, más vale que tengas claro de dónde lo sacaste.
Por eso mi consejo este mes es poner en una balanza todas las cosas importantes y cuánto tiempo realmente les quieres y puedes dedicar (¡Sé realista!). Si eres independiente, como yo, te recomiendo tener un horario bien detallado que incluya las tareas de la casa, los tiempos de estudio, práctica, gestión y preparación de clases y también tiempo de descanso. Si eres dependiente, puedes hacerlo con tus mañanas, tardes y fines de semana. Así, ya no dependerás de tu imaginaria bolsa de tiempo para tomar decisiones, si no que tendrás una estrategia para lograr tus metas. Y cuando estés en la encrucijada de ceder tu programación, sabrás el costo y si quieres pagarlo.
¡Que tengas un maravilloso fin de mes y te animo a organizar tu tiempo!
