¿Clases de Danza Árabe como Terapia?
Todas llegamos buscando algo. Y aunque "eso" pueda tener distintas caras, casi siempre se relaciona con encontrar un espacio propio de crecimiento en donde florezca la autoestima, la sensualidad, la confianza, el gozo y la posibilidad de ser alguien diferente a quien nos dijeron que éramos. En el camino descubrimos que siempre habitó en nosotras esa mujer que admiramos y que sólo necesitábamos darnos la posibilidad de creer en su existencia.
Mientras liberamos endorfinas, descubrimos la alegría de bailar en grupo y aprendemos a amar el reflejo de nuestro cuerpo en el espejo, nos toca ser testigos del maravilloso crecimiento de las compañeras; que también tiene momentos de gloria y oscuridad. En este proceso empezamos a vernos reflejadas, tanto en los movimientos que nos complican como en aspectos nuestros que no aceptamos completamente. Si logramos ver lo que está ocurriendo, podremos reírnos de nosotras mismas, y si no... nos dolerá un poquito, pero yo creo que siempre uno termina dándose cuenta.
La danza nos invita a crecer y nos ofrece un medio para llegar a una mejor versión de nosotras mismas, aún fuera del salón de clases. Es por esto que decimos que es sanadora y muchas veces llegan alumnas por recomendación de su terapeuta o psicólogo, porque complementa bien ciertas terapias. Pero seamos claras, si realmente necesitas tratamiento psiquiátrico o psicológico, no lo reemplaces con clases de danza. Incluso si tu profesora es una profesional de la salud, las dinámicas y objetivos de una clase grupal son diferentes a una terapia.
Si estás en esta situación, prioriza tu salud; física, mental y emocional. La danza estará ahí para ti y podrás tomarla de forma complementaria o volver a ella más adelante. Te deseo que te mantengas sana para que puedas seguir bailando por muchos años y que la danza nos colme de dichas.
Con amor, Safi
